Todas las mujeres sueñan con tener una melena bonita, saludable e hidratada, y para eso es necesario llevar a cabo un rutina capilar adecuada de acuerdo a tu tipo de cabello. Diariamente debemos realizar algunas acciones para mantener las mechas saludables, sin embargo, si no hacemos estas acciones de la manera correcta el resultado puede ser una melena frágil, seca y con mal aspecto.
El lavado
Lavar el cabello de manera incorrecta y con productos que no son adecuados para tu tipo de cabello puede perjudicarlo. Invierte en un shampoo especial para tu tipo de cabello, ya sea seco, graso, dañado, mixto, rizado etc, y lávalo con agua tibia, nunca con agua caliente, ya que las altas temperaturas hacen que el cabello pierda brillo y se reseque. Además de que aumentan las posibilidades de que sufras de caspa y de que tu cabello se quiebre y se caiga.
La frecuencia con la que laves tu cabello también influye en su salud, y esta depende del tipo de cabello que tengas, si lo tienes graso lo puedes lavar diario, si lo tienes seco, rizado o mixto un día si y un día no es lo recomendable. No hay una regla, lávalo como mejor te funcione.
La forma de secar el cabello
La mayoría de las mujeres secan su cabello con una toalla tradicional, sin embargo, esto no es lo más adecuado, lo ideal es usar una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para evitar la fricción y que las mechas se rompan al secarlas. El cabello mojado es más propenso al quiebre, así que no se debe secar de manera agresiva. Evita secar tu cabello diario con la secadora, ya que este aparato produce calor y eso daña a las mechas a largo plazo, y siempre usa un protector de calor antes de usar dicho aparato.
Cepillado brusco y exagerado
Cepillar el cabello es algo necesario, pero se debe hacer de forma suave y con la frecuencia correcta. Lo ideal es cepillar el cabello dos veces al día, para estimular la circulación del cuero cabelludo y deshacer los nudos. Prefiere cepillar tu melena cuando esté seca y usa un cepillo con cerdas naturales. Comienza a cepillar delicadamente las puntas y termina con la raíz, para evitar que las mechas se rompan o se debiliten. Procura limpiar tus peines y cepillos con frecuencia, para evitar que se formen bacterias.
No protegerlo del calor
Los aparatos que producen calor como la plancha, la secadora y las tenazas maltratan a la larga al cabello, por eso no se debe abusar de ellos, y siempre que se vayan a usar lo ideal es aplicar un protector de calor en las mechas. El cabello teñido también necesita de protección contra el sol y el calor, ya que al tener químicos es más frágil y requiere de más cuidados.
Usar demasiados productos
Lo ideal es que uses productos específicos para tu tipo de cabello, tanto shampoos, como acondicionadores, y finalizadores para conseguir los resultados deseados y mantener tus mechas saludables. Usa pequeñas cantidades de los finalizadores, como crema para peinar, mousse, cera, gel y óleos, ya que de lo contrario se acumularán residuos en tu melena y se verá opaca y sin vida. También trata de no someterte a demasiados tratamientos con químicos, como las coloraciones y los alisados, ya que estos maltratan el cuero cabelludo y las mechas.
Restirar tu cabello al peinarlo
De vez en cuando puedes usar peinados pulidos y con las mechas restiradas, pero no es recomendable hacerlo con frecuencia. Este tipo de peinados debilitan la raíz y hacen que las mechas se vuelvan propensas a la caída, así que evita los chongos, las trenzas y las colas de caballo que dejan al cabello muy apretado. También evita el uso de ligas metálicas, que contribuyen a que las mechas se rompan.
