Lavar el cabello es un ritual agradable, pero que toma algún tiempo. Con las prisas del día a día, a veces es necesario ahorrar algunos minutos valiosos, cosa que puedes lograr siguiendo algunos consejos básicos.
Desde la elección del shampoo hasta la temperatura del agua, hay muchos factores que garantizarán que las mechas queden limpias por varios días, o que contribuyen a que ganen un aspecto grasoso. Conoce algunos secretos y aprende una rutina capilar más tranquila.
Acondiciona el cabello durante la ducha y reduce el uso de finalizadores
Mientras más utilices mousse, gel y crema para peinar, con mayor frecuencia tendrás que volver a lavarte el cabello. Quienes necesitan estos finalizadores para dejar sus mechas bonitas, pueden comenzar por cuidar su cabello durante la ducha, para que sea más fácil peinarlo después.
El acondicionador tiene un alto poder de hidratación, por ejemplo, y ayuda a reducir el volumen dejando las mechas más pulidas. Lo mismo sucede con las mascarillas capilares y las ampolletas, que son productos potentes , y que se pueden utilizar durante la ducha.
Busca shampoos con activos refrescantes
A veces puede incomodar que la raíz tenga un aspecto grasoso, lo que da la sensación de que el cabello está pidiendo ser lavado. Esto se puede reducir con el uso de shampoos con activos refrescantes, como los cítricos.
Estos productos dejan una sensación de frescura en el cuero cabelludo, lo que permite lavar el cabello en intervalos de tiempo más espaciados. Generalmente los shampoos que contienen estos activos son para cabello grasoso y, por lo tanto, limpian mejor el cuero cabelludo.
Usa el acondicionador tan sólo en las puntas del cabello
Quienes acostumbran a lavarse el cabello con frecuencia, debido al exceso de grasa que presentan sus mechas, generalmente el problema incrementa en la zona de la raíz. Ya que es ahí en donde se concentran los aceites que produce naturalmente el cuero cabelludo.
Entonces la interferencia de cualquier producto puede potencializar el problema. Aplica el acondicionador tan sólo en las puntas, con eso será suficiente para dejar el cabello hidratado y sin que la grasa se acumule en la raíz.
No laves el cabello con agua muy caliente
La temperatura del agua aunque parece ser un factor inofensivo al momento de lavar el cabello, en realidad hace toda la diferencia. Esto se debe a que el agua caliente estimula el cuero cabelludo para que produzca más sebo, y por lo tanto, la necesidad de lavar nuevamente el cabello será más constante.
Invierte en un shampoo de limpieza profunda
Como su nombre lo indica, el shampoo de limpieza profunda elimina la grasa de una forma más eficiente que todos los demás, lo que hace que el cabello este limpio por más tiempo. El único problema es que toda esa potencia a la momento de limpiar el cabello también puede resecar las mechas, usa el producto tan sólo en la raíz y no lo uses de manera muy constante, este tipo de shampoo se debe utilizar tan sólo dos veces al mes.
El shampoo seco puede ser tu mejor amigo
Todas estas medidas evitan que el cabello adquiera un aspecto grasoso, sin embargo, cuando las mechas ya lucen grasosas, hay una manera de retrasar el lavado por más tiempo. El shampoo seco, es un producto que se debe aplicar directamente en la raíz y puede terminar con la grasa, devolviendo al cuero cabelludo una apariencia más fresca como si se acabara de lavar la melena.