El olfato es para las féminas lo que la vista para los hombres cuando se trata de buscar pareja.
Aunque considerar atractivo o no a un hombre es algo completamente subjetivo, pues depende de los gustos de cada mujer, sin duda, existen 6 características con las que simplemente no podemos luchar y nos rendimos, sobre todo cuando alguien las reúne todas.
De acuerdo con un estudio elaborado por los científicos David Buss y Cindy Meston, del Laboratorio de Psicofisiología Sexual de la Universidad de Texas, estas son esas cualidades:
El neuropsicólogo Eduardo Calixto explica que, cuando una mujer se fija en un varón que no llama ni la más mínima atención en otra, es porque la primera identificó a través de su olfato una serie de genes que chocan con los de ella misma, lo que asegura un cambio en la reproducción.
Y, para acentuar más este punto, David y Cindy aseguran que el olfato es para las féminas lo que la vista para los hombres cuando se trata de buscar pareja. Enserio, ¿no les ha pasado que conocen a alguien que sí les agrada, pero cuando se acercan a él, no soportan su olor?
Complexión:
Pero ojo, debe ser alguien con quien exista un cierto equilibrio, es decir, que sea lo suficientemente alto como para que ella pueda alcanzar sus labios sin estirarse de más, pero no tanto como para que él se vea forzado a agacharse para besarla.
Por favor, quién no se derrite ante una voz sensual… En este caso, el tono que prefieren ellas es grave, pero este se determina durante la adolescencia de los varones.
Personalidad:
Además de mostrarse seguro y confiado, un hombre sexy también debe ser simpático y “positivo”, con buen sentido del humor. No quieren nada…
Kinesia:
La kinesia es la comunicación no visual, a través de la postura corporal, los gestos, su expresión facial y la sonrisa. Bien, a las mujeres les parece sexy un hombre que demuestra dominación del espacio y jerarquía social. Y, de acuerdo con el estudio, un plus es que sepan bailar bien.
Enseñar piel:
Para ellas, tener un cuerpo atlético no sirve mucho si no se enseña un poco, dejando a la imaginación el resto del trabajo.
