Artritis reumatoide: consejos para mejorar la calidad de vida

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La artritis reumatoide es una enfermedad que se manifiesta a través de dolor, hinchazón y rigidez en las articulaciones debido a un funcionamiento anómalo del sistema inmune. Es una patología que no tiene cura por lo que el tratamiento está dirigido a paliar los síntomas y a facilitar la vida de quienes padecen esta enfermedad.

Suelen padecer artritis sobre todo las mujeres de mediana edad, entre los 40 y los 45 años, aunque también es habitual entre las personas de edad avanzada. Puede manifiestarse en cualquier articulación del cuerpo.

¿Qué sintomas tiene la artritis reumatoide?

  • Dolor articular leve.
  • Cierta rigidez y fatiga.
  • Articulaciones calientes, sensibles y rígidas si estamos inmóviles durante un tiempo. – Pérdida del rango del movimieno.
  • Hormigueo, ardor y entumecimiento en manos y pies.
  • Sequedad en los ojos y boca.

¿Cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida con artritis reumatoide?

Tratamiento

Debemos tener en cuenta que si no seguimos el tratamiento al pie de la letra, poco podemos esperar de nuestro cuerpo. Nuestra responsabilidad número 1 es seguir los consejos del médico y administrarnos el tratamiento que nos corresponde sin falta.

Hacer ejercicio

El deporte es la clave de mantener las articulaciones sanas y protegidas a los posibles daños que vayan a tener con los años. Hacer ejercicio a su vez mejora la calidad del sueño. Es importante hablar con el médico para que nos recomiende cuáles son los mejores ejercicios y cómo hacerlos.

Hielo y calor

El frío disminuye la inflamación y el dolor y por lo tanto, podemos aplicar hielo en las articulaciones que estén más doloridas hasta ocho veces al día pero durante cortos periodos tiempo. De igual manera, el calor también nos permite facilitar el movimiento y relajar las articulaciones y la musculatura, por lo que está recomendado poner cataplasmas calientes, mantas eléctricas y hacer baños templados.

Un poco de ayuda

Sabemos que podemos ayudar a nuestro cuerpo en nuestro día a día con pequeñas ayudas, como por ejemplo el uso de un bastón, muñequeras, rodilleras, calzadores de mango largo, apoyos en el baño y en la cama, tiradores de cremalleras…

Conciencia

Una persona con artritis tiene un reto por delante y este es adaptar la vida, las costumbres y los hábitos diarios a esta enfermedad sin que ello suponga un menoscabo en la felicidad, en el estado de ánimo y el bienestar. Es evidente que todo el mundo tiene días buenos y días malos, pero si permitimos que esta patología sea un problema para tener una vida plena y tranquila, quizás sería conveniente buscar la ayuda en un grupo de apoyo.

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