Los tratamientos de quimioterapia permiten el control y/o curación de las enfermedades oncológicas, pero sus efectos adversos son numerosos y variados y afectan a los pacientes en distintos aspectos de su vida.
En la consulta médica diaria procuramos contemplar todos los síntomas que preocupen a los pacientes, tanto los físicos como los psicológicos. Es así como realizamos tratamiento para náuseas, vómitos, dolor, mucositis, dificultades de alimentación, los enviamos a la psico—oncóloga que trabaja con nosotros, etc.
El aspecto físico es un tema relevante sobre todo para las mujeres, en quienes el verse bien y arreglarse constituye una preocupación diaria. Podría parecer menos importante en el contexto de esta enfermedad, pero los oncólogos que vemos diariamente a las pacientes, sabemos que lo PRIMERO que preguntan sobre la quimioterapia que recibirán es: “¿se me va a caer el pelo?”. Y efectivamente, la quimioterapia ejerce un efecto devastador en la estética femenina y produce un cambio en el esquema corporal que debe asumir rápidamente, ya que estos cambios ocurren con el primer ciclo de la quimioterapia. El más importante es la alopecia, que no es exclusiva en el cuero cabelludo, sino que también puede suceder en cejas y pestañas. También aparecen alteraciones en la piel, manchas, hiperpigmentación, fotosensibilidad etc. Con algunas drogas son muy importantes las alteraciones ungueales, entre otros.
Ni oncólogos, ni enfermeros, tenemos una preparación especial en cosmetología, por tanto las soluciones que podemos brindar al problema estético sólo surgen del sentido común y alguna recomendación en mantener una adecuada hidratación y protección solar.
Es por esta razón que surge la inquietud de buscar alguna solución a estas carencias y es que llegamos a conocer el movimiento internacional “Look good, feel better”, que en España lo lleva adelante la Fundación Stanpa con el slogan “Ponte guapa, te sentirás mejor”. Esta iniciativa surge en Estados Unidos en 1.989 y hasta ahora se han adherido a ella 24 países, con una participación de más de 1.200.000 mujeres con un alto grado de satisfacción por parte de las participantes.
Los beneficios del maquillaje sobre las mujeres son bien conocidos, verse más guapa mejora la autoconfianza y el ánimo.
El cuidado de la piel y el maquillaje son fundamentales para recuperar un aspecto natural y saludable que ayuden a mejorar la confianza y la autoestima, necesarias para continuar con la vida familiar y social.
El hecho de compartir durante unas horas una actividad extrahospitalaria, orientada a reforzar la autoconfianza y el bienestar entre personas con la misma problemática, sólo puede resultar beneficioso.