Los cambios de temperatura hacen que nuestro cuerpo se altere como respuesta natural al cambio externo. No se trata solo de un cambio físico sino también emocional. Nuestro cuerpo reacciona ante el frío, lluvia o calor y lo hace de diferentes maneras. ¿Cómo afecta el frío a nuestro estado de ánimo?
Hace un tiempo ya se ha determinado al trastorno afectivo estacional (TAE) como un problema psicológico. Si bien este trastorno es poco común, deja de manifiesto una directa relación entre el estado emocional y el frío. No hay dudas de que el invierno nos afecta a todos, esto implica menor disponibilidad de diversión ante días fríos, lluviosos y grises, cuerpos bien arropados para evitar resfriados, comidas energéticas y calóricas, menor concentración, entre otros. Sin embargo el TAE es una enfermedad que potencia estos síntomas convirtiéndola en una enfermedad con reconocimiento clínico.
Estudios han demostrado que la exposición solar hace que el estado de ánimo y nuestra capacidad cognitiva aumente y se desarrolle de forma positiva. De hecho, la luz solar y el buen clima actúa directamente sobre los niveles de serotonina (principal neurotransmisor de la felicidad).
El frío puede afectar a nuestro estado de ánimo de la siguiente manera:
- Angustia
- Depresión
- Sensación de soledad y vulnerabilidad
- Mal humor
- Somnolencia y mal humor
- Falta de concentración y baja capacidad de esfuerzo
Los cambios climáticos afectan a nuestro organismo, ya sea haciéndolo más vulnerable a resfriados y otras enfermedades como a estados emocionales como angustia, ansiedad, soledad, depresión. Es importante no dejarse vencer por estos cambios a través de una dieta balanceada de alimentos ricos en vitaminas y minerales como también una rutina de ejercicios u ocio que nos permita dinamizar nuestro cuerpo y mente. Que el frío no te robe las ganas de sonreír.