Algunas piscinas sufren, como es natural, el paso del tiempo y el desgaste que le ha supuesto su uso diario. En ocasiones, los mosaicos de la piscina se despegan o se rompen y deja a la vista un fondo gris cemento, que además de ser antiestético puede ser peligroso pues corremos el riesgo de padecer algún corte en el pie.
Obviamente, lo primero que tenemos que hacer es vaciar la piscina y esperar a que se seque. Luego debemos tener a mano una masilla especial para la reconstrucción de baldosas, producto que venden en las tiendas especializadas.
Acto seguido, debemos suministrar esta masilla en la parte en la que se encontraba el azulejo y luego pegarlo con delicadeza. A continuación vamos a presionar unos segundos sobre la zona afectada hasta que notemos que la masilla ha hecho su efecto.
Conviene siempre tener preparado de antemano algo de gresite, por si nuestro suelo estuviera irreparable poder echar mano de él.
Estos trucos pueden servir para reparar tu piscina en una ocasión determinada, pero a largo plazo, el mejor método para mantener su piscina a punto es la contratación de unos servicios de mantenimiento profesionales.
