Esta deliciosa hortaliza de origen silvestre ha generado desde la antigüedad las más variadas opiniones. Algunos pueblos lo consideraban de mal agüero, otros en cambio, lo han utilizado como signo de triunfo, como alimento afrodisiaco y en las fiestas más importantes, ha formado parte de hermosos ramos acompañando rosas y lirios.
Variedades
Su cultivo fue desarrollado por los italianos y se reconocen dos variedades: el apio-rama que es el que usamos normalmente de tallos bien largos y el apio-rábano cuya raíz es hipertrofiada, llega a pesar 1 kg. y se lo siembra en la costa mediterránea.
Caracteristicas
El apio-rama es el más utilizado. Es muy digestivo, ejerce efectos diuréticos. Contiene sólo 20 calorías cada 100 gramos y un alto grado de potasio. Ideal para reducir la hipertensión arterial, también es tradicional su efecto calmante, pues tanto su aceite esencial como sus semillas contienen agentes tranquilizantes.
Para prepararlo
En la cocina es empleado para aromatizar numerosos platos y además admite muchas formas deliciosas de preparación tanto crudo como cocido. Al momento de comprarlos, conviene elegir plantas firmes, crocantes y sin manchas. De tallos blancos o verdes bien apretados. Si su color es muy oscuro está indicando que sus tallos son muy filamentosos. Estos hilos o filamentos deben quitarse con un pelapapas, antes de consumirlo. El corazón es su mejor parte y no tiene hilos. Los tallos externos gruesos y duros, se reservan para aromatizar sopas y guisos. El pie de la planta, debe descartarse.
Para conservarlo
Fresco se conserva mejor, durante varios días, dejando en remojo la base de los tallos en agua fría y salada. En la heladera hay que guardarlo envuelto en papel, no obstante suele marchitarse con facilidad.
Distintos usos
Sus semillas constituyen por sí solas una verdadera planta aromática, con sabor muy parecido al del hinojo. La conocida sal de apio, se saca del apio-rábano desecado y pulverizado. Es utilizado en los regímenes sin sal; es ideal para condimentar tomates y salsas para ensaladas.
Apios gratinados
Lavar 6 plantas de apio, quitar los tallos exteriores y cortar en fracciones longitudinales. Hervir los apios en abundante agua con sal hasta que estén tiernos. Escurrir. Colocarlos en una fuente para horno con 150 gramos de manteca cortada en láminas finas, espolvorear con abundante queso gruyere rallado y 4 cucharadas de pan rallado. Llevar a horno hasta gratinar.
Ensalada de apio y escarola
Preparar una vinagreta con 2 cucharadas de vinagre de manzanas, 6 cucharadas de aceite y sal a gusto. Emulsionar bien y reservar. Frotar una ensaladera con 1 diente de ajo. Aparte, limpiar una planta de escarola tierna y colocar las hojas da base en la ensaladera. Colocar sobre las hojas de escarola, la parte blanca del apio cortada en rodajas finas y sobre éstas, 1 tomate redondo cortado en cubos. Rociar con la vinagreta y servir.