Cereales tóxicos para celíacos: el centeno

El centeno es una planta gramínea que se cultiva para consumir sus granos o como forraje, pertenece a la familia del trigo y está íntimamente relacionada con la cebada razón por la cual comparte con éstos las prolaminas que son tóxicas para los enfermos de celiaquía, siendo en su caso la Secalina. Se lo utiliza para elaborar harinas y bebidas alcohólicas.

Sus orígenes se remontan a la Eurasia templada pero a pesar de esto posee la facultad de crecer y desarrollarse sin problemas en suelos pobres de climas fríos lo que lo convirtió en una de las gramíneas más populares e importantes de Europa.

El centeno provee de muchos beneficios al organismo, contiene gran cantidad de calcio, selenio, manganeso, potasio, fósforo, vitaminas del grupo B y además la concentración de hierro que poseen sus granos es mucho mayor que la de los demás cereales. Al ser un fluidificante de la sangre se lo recomienda en casos de arteriosclerosis, hipertensión y enfermedades vasculares porque mantiene la buena flexibilidad de los vasos sanguíneos.

Si bien es un alimento verdaderamente nutritivo esto no quiere decir que sea irremplazable, el tratamiento de la EC se basa en una estricta dieta que deja de lado los cereales que, como el centeno, contienen gluten pero incluye gran variedad de otros que satisfacen por entero las necesidades nutricionales de los celíacos, hasta el punto de que llegan a comer mucho mejor y más sano que la mayoría de la población que vive inmersa en las costumbres alimenticias de la sociedad del trigo.