Existen dos tipos de personas: aquellas que parece que fueron paridas por elfos navideños del Polo Norte, y aquellos que odian la Navidad. ¿Sabes si eres el Grinch de la familia?
A continuación te dejamos una lista para que puedas reconocer si eres una persona que simplemente no es fan de la Navidad o si eres un verdadero Grinch:
Piensa que los adornos son estúpidos
Es de Grinches no entender por qué la gente adorna con muñecos de nieve en lugares donde nunca ha caído algo que se le parezca a una nevada.
Los villancicos le parecen una tortura
También es de Grinches tener un cierto desagrado por villancicos. No importa si los canta Michael Bublé o la orquesta de Patrick Williams; el desagrado aumenta cuando es un coro de niños.
La comida le gusta, pero…
A los Grinches les choca salir de noche en diciembre porque saben lo mucho que les hará enojar el tráfico tan peculiar de la época. Y pueden amar la comida, pero los Grinches siempre se quejarán amargamente de cómo la época les causa un aumento constante de peso. Además, el tener que iniciar con el gym el siguiente año los llena de desesperación.
Odia dar regalos
Nada los hace enojar más que tener que ir a la búsqueda de regalos para familiares de ocasión (o sea que sólo los ven una vez al año o que ven todo el tiempo y no se llevan bien). En general, comprar regalos cuando saben que los precios aumentan se les hace estúpido.
El desorden en todas partes
Piensan que si vas a gastar tanto tiempo adornando tu casa, deberías tomarte la molestia de hacerlo ordenadamente. Eso de poner luces que ni combinan y sin un orden específico es contaminación visual.
Intercambios de regalos sucks!
Es de Grinches odiar en secreto el intercambio y pedir cambiar de persona. SiEMPRE.
También es de Grinches estar rodeado de familiares y amigos, y aún así sentirse incompletos porque extrañan a alguien (no se pongan existencialistas). Además, se encargan de hacerlo saber a todos los que se encuentren en la reunión, esperando que compartan su tristeza.
