Una buena educación es el mejor camino para desarrollar conocimiento y bienestar, la educación abre mentes, conciencias y brinda beneficios de por vida. Una persona no deja de aprender por más desventajas que tenga pasando el tiempo, satisface el gusto de vivir y conocer el mundo. Muchas veces se cometen errores que cuestan mucho, los costos que se cubren por actuar de forma equivocada suelen ser altos pero no sólo son monetarios, también se paga con salud, bienestar social, pérdidas o encuentros en la vida, etc.
No importa cuánto se haya vivido, si no se aprende algo constantemente no se puede vivir por completo ya que el tiempo pasa rápido y cuando menos se espera las situaciones ya son más complicadas o severas. Por lo tanto, el tener disciplina y entusiasmo por conocer y, conforme a eso, cambiar o mejorar nuestras acciones es requisito vital para sobrevivir y disfrutar de nuestro tiempo aquí.
Pocas son las veces en las que se reflexionan las cosas que se hacen durante el día, se espera que algo impactante (ya sea para bien o para mal) suceda para empezar a retomar nuestras acciones cotidianas y evaluarlas conforme los resultados que se tuvieron. Sin embargo, si se tuviera la costumbre de entender que cada una de nuestras formas de actuar determina en gran medida nuestro devenir en el mundo tal vez entonces se comience a ponderar si lo que se hace está bien o mal.
Este proceso de reflexión no sólo se puede situar en el ámbito social donde las pérdidas, reencuentros, despedidas o ganancias se demuestran evidentemente, sino también se puede situar en otras dimensiones que representa la vida como en el trabajo, estudio, comunicación, etc. Algunos errores tienen solución, otros hay que forzarlos para que sean resueltos sin perder tanto y otros más hay que superarlos para continuar adelante.
En la sociedad de hoy, la rapidez de las cosas hacen que el tiempo sea un factor en todos los aspectos, detenerse a pensar un instante puede ser más útil que el reaccionar impulsivamente pero no se comprende así. Las formas de calidad de vida que se presentan en la actualidad buscan saciarse lo más pronto posible en diferentes dimensiones ya sea en el amor, amistad, inversiones, entre otras cosas, lo que ha traído como consecuencia una movilidad con dirección pero sin sentido y muchas veces eso repercute en nuestro estado se salud.
Uno de los problemas más constantes y presentes en la actualidad es la obesidad que se desarrolla por diferentes factores que se vinculan con la forma de alimentarse, ya sea que se coma lo equivocado, de manera errónea o en las condiciones menos convenientes. Tanta ha sido la magnitud del problema que la tecnología ha innovado nuevos productos con el fin de establecer el equilibrio en la manera de comer, uno de ellos es el balón gástrico que es una esfera implantada en el estómago de manera temporal. Este balón tiene la finalidad de abarcar espacio en el órgano de depósito del alimento que es el estómago, para que así el sentido de saciedad tenga por conveniencia llegar más pronto de lo que se espera y la cantidad de comida ingerida sea menor.
El sentido de que se trate de un procedimiento temporal se debe a que no puede tenerse un material intruso en el estómago ya que se considera como un alimento que debe degradarse para pasar a otro nivel de absorción de nutrientes, que son los intestinos. Por consiguiente, el material del que está hecho es específicamente uno de resistencia a los ácidos con los que interactúa y mantener así su forma y proporción inicial. Pero este procedimiento puede provocar una pregunta: ¿qué sentido tiene que sea temporal si después se puede volver a tener el problema de obesidad?, para ello se analizan los factores que hacen pensar a la persona que su condición es definitiva.
Como se dijo anteriormente, algunos errores tienen solución. Considerando a la obesidad como el problema, la implantación del balón gástrico representa una posibilidad de tener un peso equilibrado por medio de un sentido de saciedad que llega más pronto, pero la solución no es llenar un espacio por siempre y reducir el volumen de comida ingerido sino el aprender a comer adecuadamente, seguir una dieta correcta y comprender que la vida no es para conformarse con los estados de malestar (como lo representa el tener kilos de más) sino que es para aprender de nuestros errores y afrontarlos con ayuda de los expertos.
La obesidad no se genera de un día para otro, es un proceso que toma su tiempo, comida tras comida, y si no se atiende en forma de lo posible no se puede cambiar de condición, por lo que terminar con esta enfermedad metabólica no puede ser de la noche a la mañana. A nadie le gusta estar obeso por los riesgos que eso ocasiona además de ser punto de burla y humillación social (lamentablemente es así), entonces se debe enfocar el máximo esfuerzo por dejar este estado, reflexionar sobre lo que se come diariamente y el ejercicio que se hace para gastar los productos de ese alimento.
El balón gástrico representa una oportunidad de saber si se tiene lo necesario para superar la adversidad, una oportunidad de aprendizaje, no hay que esperar hasta las peores situaciones para saber que se debe hacer algo, cuando más pronto se combata la obesidad es mejor.