La Intervención en Entornos Naturales, consiste en la realización de una terapia, adaptada a las necesidades individuales del niño-a y la familia, abordando diferentes objetivos para mejorar las distintas áreas de desarrollo, en aquellos contextos donde puedan surgir dificultades. Aprovechar las situaciones espontáneas nos permitirá plantear pautas y soluciones en el momento en el que ocurren.
Intervenir en el domicilio o en cualquier otro entorno, nos facilita trabajar durante los momentos y rutinas diarias de la familia, sobre aquellas habilidades que necesiten modificación y/o estimulación, además de favorecer el ajuste de la familia a las nuevas situaciones. Mejorando las interacciones entre padres, hijos-as y hermanos-as, y disminuyendo los conflictos del día a día.
El tiempo de trabajo no se limita a una hora. Estando la intervención integrada en las rutinas del día a día, se potenciará el desarrollo de lo aprendido a cualquier momento del día, consiguiendo así aprendizajes más funcionales y progresos más rápidos.
Este tipo de intervención nos permite adaptarnos a los objetivos y necesidades de cada momento, persona, contexto y situación que pueda aparecer, así como favorecer la creación de ambientes adecuados donde el niño-a pueda interaccionar en las mejores condiciones, mejorando así su calidad de vida y la de la familia.
Quién puede beneficiarse de este tipo de intervención:
Niños-as de cualquier edad con:
- Dificultades de conducta.
- Alteraciones en la comunicación.
- Problemas de alimentación.
- Dificultades de aprendizaje.
- Alteraciones del desarrollo.
- Problemas de regulación.
Lugares de intervención:
- Domicilio.
- Entorno escolar.
- Parque.
- Supermercado.
