En las clínicas ginecológicas sabemos que la visita al ginecólogo es uno de los momentos más temidos por muchas mujeres. Sin embargo, es obligatorio una vez al año mínimo para revisarse, y más veces si se padece algún problema o se notan molestias de cualquier tipo. Sería bueno que, desde que empezamos a entrar en la pubertad, nos vayamos habituando a tomar contacto con el ginecólogo. Este debería ser una especie de confidente con el cual no tengamos secretos ni pudor, porque es nuestra salud la que está en juego y nuestro bienestar. Muchas mujeres sienten miedo al dolor. Otras lo que más temen es que el doctor les encuentre alguna enfermedad. Hay que saber que casi todas las mujeres, sufren algún tipo de trastorno ginecológico en algún momento de sus vidas y el ginecólogo está para ayudar. Veamos cuáles son los problemas más comunes.
Normalmente se cree que las enfermedades ginecológicas afectan exclusivamente a mujeres que mantienen relaciones sexuales o que tienen la menopausia. Es un error. A las clínicas ginecológicas acuden muchas mujeres, de diferentes edades, que padecen problemas diferentes. Y es que hay una serie de enfermedades que se sufren a cualquier edad, como es por ejemplo la bartolinitis. Se trata de una infección de las glándulas de Bartolino, que provocan inflamación y enrojecimiento de la zona vulvar. Se produce un absceso y, en ocasiones, exige cirugía para drenarlo.
También es frecuente el dolor de mamas. Conocido como mastalgia, muchas mujeres sufren dolor en sus senos. Es más común padecerlo durante el ciclo menstrual, pero también hay quienes lo padecen independientemente de este. Es asociado a trastornos hormonales y también a alteraciones benignas del tejido glandular mamario.
