Decir, a estas altura, que Marvel se ha consolidado es redundar; porque Marvel lleva consolidada desde “Los Vengadores” y la Fase 2 de su ambicioso proyecto no es más que una vuelta de victoria sobre las películas de superhéroes, donde parecen encumbrarse con cada obra. Del existencialismo casi paródico de “Iron Man 3” pasamos a la gran mejora del dios nórdico en “Thor: El Mundo Oscuro” y a la gran película de acción que es “El Soldado de Invierno”; por no olvidarnos de la fenomenal y divertida “Guardianes de la Galaxia”. La culminación de esta fase es la segunda parte de la aclamada “Los Vengadores”, en la que Joss Whedon ha puesto toda la carne en el asador para estar a la altura.
Porque venir de lo que fue “Los Vengadores”, una película que, junto con “Iron Man”, supo redefinir el cine de superhéroes como no se había hecho desde “Superman”; es un trabajo complicadísimo. ¿Cómo afrontar una película que lleva dando de qué hablar tres años, en la que las expectativas pueden destrozar o llevarla a los cielos del blockbuster de calidad? En este sentido, hay dos factores claros: el primero, el innegable carisma que transmite Whedon a sus cintas, y el segundo, la solidez con la que Marvel ha afianzado el proyecto cinematográfico en esta fase dos.
Puede que “Guardianes de la Galaxia” sea la mejor película individual de Marvel, que Iron Man y el carisma de Robert Downey Jr. brillen por si solos o que la acción tan bien llevada de “El Soldado de Invierno” valgan para demostrar la solidez de la compañía, pero es el innegable talento de Joss Whedon para juntar a super estrellas del cine haciendo de superhéroes el que, sin duda, da el toque maestro a las dos cintas de “Los Vengadores”. Es esa fuertísima personalidad, esa mezcla de epicidad y comedia la que elevó a “Los Vengadores” a la categoría de clásico de las películas de presupuesto estratosférico, y esos elementos, junto con un toque más oscuro, son los que hacen volver a brillar al director, esta vez en “La Era de Ultron”.
En cierto modo, “La Era de Ultron” no es tan distinta a su predecesora. El humor, junto con la epicidad y el desenfreno, al igual que en “Los Vengadores”, son las características principales de la cinta, haciéndola, al igual que JJ Abrams con sus dos películas de “Star Trek”, una saga más continuada. Sin embargo, empieza más inmediata aún que la primera parte, y en la primera parte de la película nos presenta a tres de los personajes más importantes: los gemelos Maximoff y el villano Ultron.
Es en torno a ellos tres en los que gira el argumento de la película, una historia de venganza en la que los Vengadores (valga al redundancia), ya como un equipo consolidado, deberán enfrentarse a un villano que, porque no decirlo, supera a Loki (a pesar de que la interpretación de Tom Hiddleston de Loki es formidable), tanto argumentalmente como en el desarrollo del personaje. En Ultron encontramos el extremismo de la salvación de la Tierra, un personaje donde los mayores miedos de Tony Stark y Bruce Banner se ven reflejados, y que ponen en peligro a todo el mundo.
Aparte de la solidez con la que se nos presenta a Wanda Maximoff, y en menor medida a su hermano Pietro (que no pueden usar los nombres de Bruja Escarlata y Mercurio debido a que los derechos de los X Men los tiene 20th Century Fox), la película también nos sirve para darnos cuenta de algo: las relaciones entre Los Vengadores, a pesar de estar en su mejor momento, se erosionan. La llegada de Ultron no es solo una crisis para la humanidad, es una crisis para el equipo, donde los roles y las posiciones de cada miembro se ponen a prueba.
Ahí radica la diferencia entre la primera y la segunda parte de la saga troncal del Universo Cinematográfico de Marvel: si en el primero las tensiones entre personajes se debían a la inexperiencia de trabajar en equipo, en esta las tensiones, fricciones y peleas entre grupo se deben más bien al desgaste entre los superhéroes que conforman el grupo, tanto entre ellos como en sus propias vidas. Los traumas del pasado y del futuro de varios superhéroes, otro de los focos de la película, hacen mella en la relación del equipo.
Sin embargo, hay un elemento de la película que ha sido poco promocionado, pero que sin embargo, para mí, constituye una de las grandes bazas de la película: Paul Bettany y su personaje de Vision. Por evitar cualquier clase de spoiler, no destriparé nada acerca de este enigmático personaje, pero no sin decir que su aparición en la película hace que esta misma ascienda hasta un final entre emotivo y gratificante, que, sobre todo después de la escenas de entrecréditos, da unas ganas tremendas de que 2018 sea ya, las mismas que tuvimos en 2012 cuando “Los Vengadores” dejó tan buen sabor de boca.
Mientras tanto, el terreno está fértil para que “Ant-Man” sea otro pelotazo de taquilla, y, sobre todo, para “Civil War”, la tercera película del Capitán América, en la que le veremos enfrentado a Iron Man en la que puede ser un giro radical a la línea que ha mantenido la saga Marvel hasta ahora. Con “La Era de Ultron”, Marvel engrandece su poder cinematográfico, sigue aventajando a DC y deja todo listo para que la próxima Fase 3 del proyecto más ambicioso de la historia de los blockbusters empiece. Y yo solo puedo esperar que sea tan buena como la segunda.
