Es difícil darse cuenta de que uno está siendo víctima de acoso en el trabajo. Y lamentablemente en la mayoría de ocasiones cuando el trabajador reacciona ya no le quedan fuerzas para luchar por su empleo y su dignidad. Por eso es importante detectar las señales a tiempo. Aquí dejo algunas pinceladas
El acoso en el trabajo tiene como objetivo intimidar a la víctima para que eliminarla de la organización sin coste económico. Hablamos de un hostigamiento continuo, que empieza con pequeños detalles y crece hasta hacerse insoportable. Quien ejerce esta violencia es sabedor del poder que tiene, y cuenta habitualmente con el silencio cómplice de los eventuales testigos. De esta manera, la víctima se siente cada vez más pequeña y más sola hasta que no le queda otro camino que abandonar “por salud mental” su puesto de trabajo.
Unas pinceladas sobre el perfil del maltratador laboral.
- Tiene una capacidad superficial de encanto. En público es encantador, de forma que nadie puede creer que tenga otro tipo de comportamiento en privado
- En sus relaciones interpersonales, atribuye a los demás todos sus fracasos. Es el mejor, el que más trabaja y el que más se sacrifica por la empresa. No puede soportar, por tanto, que los que tiene alrededor tengan vida personal ya que la vitalidad de los demás le pone ante el espejo de sus propias carencias
- El agresor niega siempre la agresión, incluso es capaz de hacerse pasar por víctima
- No tiene sentimiento de culpa, ya que es incapaz de sentirse responsable del daño que está causando
- Exhibe valores morales irreprochables y suele tener habilidad retórica
- Es cobarde. No da la cara y utiliza si es necesario colaboradores para su maltrato
- Su mente funciona al revés. Así, por ejemplo, si ve a alguien llorar en vez de producirle compasión le aumenta la agresividad, ya que lo interpreta como un signo de debilidad
¿Y las víctimas?
Un maltratador organizacional vuelca todas sus frustraciones en personas con estas características:
- Independientes: no pertenecen a grupos, facciones o clanes.
- Insobornables: denuncian las situaciones que les parecen indignas y no se dejan corromper mediante dinero, cargos o promociones
- Sinceros y “políticamente incorrectos” con el pensamiento dominante en la organización
- Brillantes y altamente capacitados para desarrollar su trabajo
- Son personas carismáticas, líderes naturales que de manera espontánea se ganan el cariño y reconocimiento de sus compañeros
En un contexto en el que el jefe nunca está contento, donde grita o se enfada hagas lo que hagas, llegará un momento en el que la víctima no tenga claro qué es lo que se le reprocha y se encuentre totalmente perdida.
Por eso cuando uno se encuentra ante un proceso de mobbing, dejar pasar el tiempo nunca es una solución. Todo lo contrario, el acoso irá en aumento y el sentimiento de culpa también
Detectarlo a tiempo, no excusar a tu superior con frases como “hoy tendrá un mal día” o “en realidad esta persona no es así”; apoyarse en compañeros y en familiares y si llega el caso ponerse en manos de un abogado es la única forma de hacer frente a esta situación tan horrible.
Las víctimas de mobbing no son culpables.