Mímate mucho mamá

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Una rutina de cuidados es clave para evitar las secuelas del embarazo en tu piel y te permitirá mantenerla en forma y prepararla para una recuperación rápida después de la llegada del bebé.

Limpia tu cara en la mañana y en la noche. Mantener tu piel libre de impurezas es la mejor manera de prevenir o controlar el acné. Usa productos libres de grasa; revisa que sean hipoalergénicos o dermatológicamente aprobados, y recuerda: no debes aplicarte, ni mucho menos tomar, ningún medicamento para tratar los problemas de la piel sin la autorización de tu médico, así se trate de sustancias naturales o remedios de venta libre.

No salgas de casa sin aplicarte protector solar. Ahora tu piel está más sensible y el sol puede intensificar la pigmentación de la cara, así que usa un bloqueador a diario, mínimo FPS 15, aunque el día esté gris. Y por supuesto, no te expongas al sol por períodos prolongados.

Mantén tu piel humectada. Pon especial atención a los puntos críticos como la barriga y el busto, en estas zonas no debes dejar ni un centímetro libre de crema. Así reducirás la picazón y la probabilidad de que aparezcan estrías. Las cremas humectantes penetran mejor si la piel está ligeramente húmeda, por lo tanto aplícala después del baño.

Convierte el descanso en una prioridad. No es el momento para cargarte de responsabilidades, todo lo contrario, saca de tu agenda los compromisos que puedas aplazar.

Utiliza el maquillaje como tu gran aliado. Te ayudará a disimular las pequeñas imperfecciones de la cara. Pero no te extrañes si tienes que cambiar de marca, pues es común que ciertos productos, así sean los que has usado toda la vida, te empiecen a producir alergia.

Aliméntate bien, haz ejercicio (con autorización de tu médico) y mantén una actitud positiva.

Toma líquidos en abundancia. Hidratarte es la mejor manera de proteger tu piel. Consume al menos dos litros de líquidos al día.

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