¿Novelas o fanfics?

Must Try

El mundo de la novela romántica cambia cada poco tiempo y hay tendencias: en las portadas, a veces se llevan más las parejas, las chicas solas o palabras determinadas; en la temática, la eterna lucha de novela contemporánea contra histórica, que va por gustos; en autoras; localizaciones, o, incluso, en nombres. Recuerdo una ocasión en la que todos los libros que me leía había un protagonista que se llamaba Harry, ¿sería el azar o el destino? Parecía cachondeo. Pues bien, últimamente, he notado que está muy de moda un tipo de novela donde que más que una historia original parece fanfics de determinadas materias, podríamos llamarlas «fanvelas» o «nofics». Ufff, que mal me ha quedado eso…

Hace un tiempo, ya te conté que yo escribí fanfics  en Cinco cosas que aprendí escribiendo fanfics. El principio básico del mismo es siempre darle el mérito al autor que ha creado la obra, ya sea una película, una serie, una novela o un manga, e intentar hacer algo en su mundo. Creo que todos los fans de Harry Potter saben que hay mil millones de novelas alternativas con sus personajes o en el mundo que creó J. K. Rowling, y que, incluso, una de ella se convirtió en un libro con la autorización de la autora. De hecho, la famosísima Cincuenta sombras de Grey comenzó como un fanfic de Crepúsculo. Ahora todo cuadra, ¿verdad? Sin embargo, en este ejemplo, yo creo que, nos guste más o menos la historia de E. L. James, supo hacer suyos a los personajes.

Pero lo que estoy viendo en estos momentos, en la tendencia actual, es ya no cortarse un pelo. Hay libros en los que se utilizan hasta los mismo nombres e, incluso, en la foto de portada ni se disimula que, aunque la trama pueda ser de la autora, los personajes son de otro sitio, por decirlo así. Recuerdo que la primera vez que vi esta tendencia fue con un libro que prometía una trama original y blablablabla… y no era más que la copia de una de las series coreanas más famosos de los últimos tiempos. Copiadita, capítulo a capítulo, solo había cambiado el entorno y el nombre de los personajes. ¡Y todo publicado con editorial!

¿Cuál es el límite entre la novela y el fanfic?

Yo no soy una experta, la verdad, pero sí te puedo contar cuando, para mí, se pasa este límite:

Cuando te das cuenta de que está sacado de otra historia

Estoy convencida de que he leído libros inspiradísimos en otros y no me he dado ni cuenta. Una vez leí que Shakespeare se dedicaba a utilizar historias ya inventadas y darle su toque, que ninguna era original. No sé si es verdad o no, pero si es así, lo hizo magistralmente bien. Bueno, es Shakespeare, no voy a decir más. Pero no hay peor sensación que abrir un libro y saber qué va a pasar, pues ya lo has leído en el original o has visto la película. Como un remake muy mal hecho y sin avisar.

Cuando solo cambian el entorno

Me pasó con la novela que os contaba antes que había copiado a la serie coreana. Digamos que, en vez de Seul, pusieron, por ejemplo, Nueva York de telón de fondo, pero todo lo demás era exactamente igual, salvando las diferencias culturales. Es un tipo de historia donde han cambiado los nombres a los personajes o solo el entorno. Además, como ya tienen la historia, no van a preocuparse por presentarnos la ciudad, por hablarnos de la Gran Manzana o de alguna curiosidad, no, solo se ciñen a lo escrito y listo.

Cuando es un fanfic, sin más

Venga, vale, parece un punto absurdo, pero no lo es, lo prometo. ¿Qué es un fanfic? Utilizar personajes de una historia y hacer lo que nos dé la gana, habitualmente será que salgan entre sí. Voy a poner un ejemplo con Friends, pues si alguien era fan de la pareja… Ross – Phoebe, que recordemos tienen sus más y sus menos en algún momento, pues les escribe una historia con el resto del elenco y acaban juntos. Vale, ahora, en vez de Ross, se va a llamar el chico Rick, y a Phoebe la llamamos Phillipa (o, como he visto en alguna ocasión, hasta dejan los nombres originales), los liamos y dejamos a los demás igual. ¿Es o no un fanfic? Pues lo están haciendo pasar por libros originales.

En definitiva, solo quiero hablar de esta tendencia, que me parece muy curiosa y que cada vez está proliferando más en la novela romántica. Todas las autoras leemos libros (de no ser así, no escribiríamos), vemos películas, series, programas de televisión y nos relacionamos, con lo que la inspiración está en muchos lugares. A veces, hacer un guiño a un libro o a un personaje que nos encanta es solo un homenaje. ¿En qué punto ese homenaje se convierte en fanfic? Pues para mí están esas tres líneas rojas que hacen que deje el libro.

¿Qué te parece esta tendencia? ¿Crees que estoy loca y esto no pasa o que llevo razón? Me encantaría saber tu opinión.

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