Los acondicionadores pueden reducir el volumen del cabello, pero también son imprescindibles para aportar hidratación, así que asegúrate de que la hidratación no haga que tus mechones parezcan flojos y pesados. Aquí es donde entra en juego el lavado inverso, en el que utilizas el acondicionador antes del champú y lo dejas absorber durante 10 minutos antes de hacer espuma. Blake Lively lo hace con aceite de coco y, además, dice que protege sus mechones para evitar que el champú los reseque.
Nos dan escalofríos sólo con escribir este consejo, pero el agua fría es genial para potenciar el cuerpo. ¿Por qué? Porque aclara los residuos mejor que el agua caliente habitual. Esto significa que eliminará cualquier rastro de acondicionador que pueda estar arrastrando tus mechones, así que cuando vayas a secar tus mechones, estarán tan livianos que crear volumen será fácil.
El peróxido es genial para aumentar el volumen. ¿Por qué? Porque el color del cabello hincha el tallo y aumenta la densidad, además de que unos reflejos bañados por el sol añaden una dimensión extra para dar la ilusión de unos mechones más gruesos.
