Por un México menos obeso

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Combatir la obesidad es una tarea de todos: gobierno, sociedad, familia, escuela, industria e, incluso, medios de comunicación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el número de niños con sobrepeso y distintas formas de mala nutrición aumentan rápidamente en todas partes del mundo.

Hay un pronunciado aumento en el número de niños con sobrepeso en el mundo.

En Asia también se registró un aumento en la última década de 13 a 15 millones de niños con sobrepeso, mientras que América Latina no registró mayores cambios, con un promedio anual de cuatro millones de niños que pesan más de lo aconsejado para su edad.

Causas: la razón por la cual los niños suben de peso y, eventualmente, se vuelven obesos es el sedentarismo, aunado a que la cantidad de comida que consumen sobrepasa sus necesidades. Muchos niños reciben alimentación alta en calorías, grasas y azúcares, y poca cantidad de hierro, aspecto clave sobre todo en la etapa del crecimiento.

Un trabajo en conjunto: la solución

La llamada malnutrición tiene diferentes caras que van desde la aguda, la desnutrición crónica, hasta llegar a la obesidad. Por lo tanto, los gobiernos y la industria alimenticia deben trabajar de la mano para asegurar una buena nutrición en la infancia, vital para el buen desarrollo de la persona y las sociedades, debido a que:

  • Cada año, 3.9 millones de niños mueren por cuestiones relacionadas a la nutrición y a la falta de minerales como el hierro y el zinc, y de vitaminas como la A.
  • 20 millones de niños sufren de malnutrición aguda, 171 millones de infantes han visto interrumpido su desarrollo por mala nutrición y 115 millones sufren pérdida de peso.
  • 1 de cada 5 de los 2.5 millones de niños que nacen con bajo peso (menos de 2.5 kilogramos) se debe, en gran medida, a una baja ingesta de hierro durante la gestación por parte de la madre.

Ante ese problema, el experto de la OMS alentó a los gobiernos a estimular el consumo de suplementos con hierro y ácido fólico en las mujeres embarazadas.

Por su parte, José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, afi rmó que se prohibirá la publicidad en televisión, en horarios infantiles, de productos que están causando obesidad en los niños. Asimismo, subrayó que se analiza aplicar impuestos a algunos alimentos y bebidas industrializadas, aunque reconoció que esta propuesta es más compleja, pero instó al nuevo comisionado federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Mikel Arreola, a que se fortalezca la regulación de la publicidad.

Ante nutriólogos y especialistas en salud pública, Córdova Villalobos advirtió que si no se frena la obesidad se comenzará a tener más niños diabéticos e hipertensos, registrándose más accidentes cardiovasculares a edades tempranas.

Por otro lado, Mauricio Hernández Ávila, subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, precisó que la limitación de la publicidad en medios electrónicos está dirigida a productos como golosinas, botanas y bebidas azucaradas. “Lo que se pretende es regular que los niños, quienes no pueden hacer un análisis crítico de la información y no distinguen entre lo que es la realidad y la publicidad, no estén expuestos a mensajes engañosos”, explicó.

La razón por la cual los niños suben de peso y, eventualmente, se vuelven obesos es el sedentarismo, aunado a que la cantidad de comida que consumen sobrepasa sus necesidades

“Sobreoferta” de calorías

Hernández Ávila mencionó que un infante llega a recibir hasta 40 mil impactos al año en publicidad de alimentos y bebidas, y que a la semana ve entre 14 y 17 horas de programas de televisión. Argumentó que existe una “sobreoferta” de alimentos con alta densidad de calorías, lo cual favorece a la obesidad.

Reconoció que con los industriales que fi rmaron el código PABI (Publicidad de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas dirigida al Público Infantil), “no se ha logrado discernir bien el asunto de los personajes y las ofertas, que es lo que nos preocupa, ni tampoco la edad, pues nosotros queremos que la publicidad infantil suba hasta los 18 años, y ellos a los 12”.

Dijo que la meta es lograr una publicidad que no lleve al niño a creer que va adquirir poderes sobrenaturales, o que no le diga de manera imperativa: ‘¡Hay que comer!, ¡hay que consumir!’, sino que se haga una publicidad moderada que respete los códigos internacionales.

El secretario de Salud aceptó que el código PABI — que se fi rmó con industriales para regular la publicidad — sí funcionó, pero parcialmente, pues quienes se comprometieron lo respetaron en 75%, y los que no, en 15%. Y agregó que como no se trata de “buenas voluntades”, se prohibirá la publicidad de este tipo de alimentos.

Desnutrición

En México todavía hay 1.6 millones de niños que sufren desnutrición extrema y la anemia ha disminuido en la población, pero no de manera acelerada, pese a los esfuerzos de programas sociales como Oportunidades, reconoció Juan Rivera Dommarco, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

¿Qué ha fallado?, preguntó el investigador a nutriólogos y especialistas reunidos en el XIV Congreso de Investigación en Salud Pública. Al parecer, los programas sociales, aunque mejoran la seguridad alimentaria del hogar, no logran mejorar la dieta de los niños; aumentan la demanda de los servicios de salud, pero no la calidad que se requiere para lograr impactos”, comentó el director del instituto.

La obesidad en el mundo

Se considera ya a la obesidad una epidemia mundial porque existen:

  • 1,500 millones de personas con sobrepeso.
  • 500 millones con obesidad.
  • 7 años menos de expectativa de vida para una persona obesa.
  • 14 años de una mala calidad de vida puede provocar la obesidad

Cabe destacar que la OMS menciona que México tiene el mismo nivel de obesidad de los países desarrollados, lo cual se refl eja en un costo de 150 mil millones de pesos en los próximos 10 años, por gastos de tratamiento de las enfermedades crónicas que genera, pues el país tiene 70 millones de enfermos.

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