Aunque no seguir el orden que os proponemos a continuación no suponga dañar nuestra piel, si es cierto que seguir un orden lógico nos permitirá aprovechar al máximo las propiedades de cada producto y obtener mayores beneficios.
Empieza siempre por la limpieza
No tendría ningún sentido utilizar un producto cosmético antes de limpiar la piel. Si hiciéramos esto, lo único que haríamos sería malgastar el producto, ya que es importante que la piel no cuente antes con ninguna barrera de suciedad que impida que los productos realicen su acometido. Limpiar la piel es imprescindible para prepararla y dejarla libre de imperfecciones, para ello, podemos utilizar una limpiadora que absorba y limpie todas las impurezas.
Apuesta por el sérum.
Entre los diversos tratamientos de belleza, el sérum es uno de los que merece la pena aplicar a nuestra piel. Aunque lleva años en el mercado, aún mucha gente no conoce bien sus propiedades.
El sérum facial es un suero rico en principios activos concentrados que tienen una alta capacidad de penetración y que ayuda a potenciar el tratamiento que vamos a aplicar a continuación. Y es que, el sérum actúa en capas profundas de la piel, frente a la crema, que lo hace en las capas más superficiales; por otro lado, este producto no tiene protección SPF, por lo que nuestra piel no contaría con la protección adecuada si lo utilizamos por la mañana.
Si solo lo utilizamos una vez al día, basta con hacerlos por las noches, tras la limpieza facial.
Contorno de ojos
La piel que cubre el contorno de nuestros ojos es una de las más sensibles y delicadas del cuerpo, por lo que también es una de las que más cuidados requieren. A partir de los 25 años el colágeno y la elastina empiezan a degradarse, por lo que la piel puede presentar entonces los primeros signos de la edad. A esto hay que sumarle los más de 10.000 parpadeos darios y la poca desintoxicación de la zona, por lo que es normal que aparezcan ojeras, bolsas y arrugas. El contorno de ojos es un producto estrella para prevenir estos síntomas y mejorarlos, por lo que se recomienda aplicarlo a diario, por la mañana y por la noche.
Hidratación
El siguiente paso es hidratar la piel, para lo que podemos utilizar multitud de productos y cremas dependiendo de nuestro tipo de piel y nuestra edad. Este es un paso clave para combatir todos los signos de envejecimiento y mantener un aspecto sano, ya que nuestra piel no tiene las mismas necesidades a los 25 que a los 40 años. Aplicar la crema hidratante con la piel un poco húmeda favorecerá la penetración del agua y hará que el efecto hidratante se mantenga durante más horas.
