La adicción a las drogas o al alcohol no es un problema de otros. Es muy probable que todos conozcamos a alguien que tiene adicción a la drogas o al alcohol. El problema nos afecta a todos: en nuestras familias, con nuestros amigos, en nuestro lugar de trabajo y en nuestro barrio.
La gente abusa de las drogas y el alcohol en cualquier etapa de su vida y en cualquier nivel social. Se ha denominado a los Estados Unidos como la nación industrial con mayor adicción a las drogas del mundo, sin embargo, las drogas ilegales son también un problema creciente en otros países industrializados. La Policía incautó en Europa en 1991 más de 10 toneladas de cocaína. La población en Asia, África y Latinoamérica se está viendo gravemente afectada por el suministro de drogas ilegales, con un incremento en el abuso, la violencia y el crimen.
En Estados Unidos, 26 millones de personas consumieron alguna droga ilegal al menos en una ocasión en 1991, lo que representa un total del 13% de la población mayor de 12 años de edad. Más de 23 millones de personas han probado la cocaína. Más de un millón consumieron crack. Hay 10 millones de individuos que consumen marihuana al menos una vez al mes, dos millones de consumidores de cocaína y más de 10 millones de alcohólicos. El uso no farmacológico de los barbitúricos y los tranquilizantes es un problema para el 2% de la población estadounidense.
La adicción a las drogas es en Estados Unidos el mayor problema para los adultos jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, con un 15% de este grupo de edad consumiendo drogas ilegales al menos una vez al mes. De los adolescentes con edades entre los 12 y los 17 años, uno de cada 14 consume drogas ilegales al menos una vez al mes, un 4% consume marihuana de forma habitual y un 1,5% ha probado la cocaína durante el año anterior.
La mitad de las muertes por accidentes de tráfico están relacionadas con la adicción al alcohol o a las drogas. En dos de cada tres asesinatos, en la mitad de todas las muertes causadas por arma de fuego y en ocho de cada diez suicidios, están implicados las drogas y el alcohol. Más del 70% de los individuos detenidos en las 20 principales ciudades de Estados Unidos habían consumido drogas ilegales.
Coste para los individuos y las familias
La adicción a las drogas perjudica la actitud y el rendimiento mediante una distorsión de la percepción sensorial, interfiriendo en la memoria y causando una pérdida del autocontrol. Muchas de las drogas de adicción pueden causar problemas psicológicos y físicos de larga duración.
Fumar marihuana, que contiene más agentes cancerígenos que el tabaco, daña los pulmones y el sistema pulmonar. Cuando las mujeres embarazadas la fuman, la marihuana también puede crear problemas genéticos que causen malformaciones congénitas.
Los daños en el hígado, los problemas neurológicos y otros peligros derivados de la adicción al alcohol, son bien conocidos.
La cocaína no sólo afecta a las emociones, sino que también perturba el control del cerebro sobre los latidos del corazón y la respiración y eleva la tensión arterial. Tanto su consumo aislado como frecuente tiene consecuencias mortales (infarto de miocardio, apoplejía, embolia, hemorragia o trombosis cerebral).
La PCP (fenciclidina) puede producir convulsiones, coma y trastornos psicológicos graves. El consumo de PCP puede ocasionar una insuficiencia cardíaca o respiratoria, o bien la rotura de los vasos sanguíneos del cerebro, todo ello podría tener consecuencias mortales.
Las drogas pueden destruir la capacidad del individuo para pensar y actuar de forma responsable y para rendir bien en el colegio, en el trabajo o en casa. Cuando el consumo de drogas se vuelve más importante para el individuo que el contacto con la realidad, la adicción continua a las drogas puede destruir las relaciones familiares, las amistades, los intereses externos, los valores y las metas.
Muchas sustancias causan dependencia física y psicológica. Los consumidores habituales de drogas necesitan tomar dosis mayores para conseguir el mismo efecto. La PCP, la heroína y otras drogas, pueden alterar la química corporal. Cuando el consumidor deja de tomar la droga, el cuerpo se rebela con el desagradable y a menudo doloroso síndrome de abstinencia.
No existe el consumo seguro y responsable de una droga ilegal, o un inofensivo mal uso del alcohol o de los medicamentos con receta. La adicción a las drogas puede tener consecuencias para toda la vida, tales como pérdida de memoria, tensión arterial alta, enfermedades mentales, insuficiencia cardíaca, apoplejía, daño pulmonar y coma. La adicción a las drogas puede causar a menudo la muerte del consumidor.