Si tienes un abultamiento pequeño y duro en la piel, que tiene una superficie rugosa similar a la de una coliflor, es probable que sea una verruga. Las verrugas pueden ser de color rosa, blanco o marrón y pueden contener pequeños puntos en su interior que se ven como puntos negros.
Las verrugas pueden aparecer en la piel de cualquier zona corporal, pero se encuentran con mayor frecuencia en las extremidades: dedos de las manos, las manos y los pies.
Por lo general, las verrugas no producen dolor, salvo las que se encuentran en las plantas de los pies. Éstas se denominan verrugas plantares y, si tienes una, puedes notar como si caminases sobre una piedrecita. Las verrugas en las palmas de las manos o en las plantas de los pies pueden ser planas en vez de abultadas.
A veces, las verrugas producen picazón o sangran. También se pueden infectar con bacterias (por rascarse o picarlas) y tornarse rojas, calientes o dolorosas.
Con el tiempo, muchas verrugas desaparecerán solas. Con tratamiento, normalmente las se pueden eliminar en unas cuantas semanas, pero pueden regresar si el virus que las provoca se queda en la piel.
