Ingredientes (para unas 25 bolitas):
- 1/2 kilo de garbanzos secos.
- Un puñado de perejil fresco.
- Un puñado de cilantro fresco.
- Una cebolla troceada.
- 2 dientes de ajo picados.
- 1 cucharadita de levadura química.
- Sal al gusto.
- 1 cucharadita de comino en polvo.
- 1/2 cucharadita de pimienta molida.
- Aceite de oliva (si se va a hacer frito)
- Un puñado de mejorana fresca (opcional).
Elaboración:
Dejar los garbanzos al menos una noche en remojo.
Echar los garbanzos (escurridos), la cebolla, cilantro, perejil, mejorana y el ajo en un bol grande. Triturar con la batidora hasta tener una textura arenosa.
Añadir el resto de las especias y la levadura, mezclar todo bien con una espátula o las manos bien limpias. Aplastar y dejar reposar durante 30 minutos.
En sartén:
Poner una sartén con aceite abundante, que cubra los falafels. Mientras se va calentando el aceite, hacemos bolitas con la masa, y luego las aplastamos un poco.
Cuando el aceite esté caliente, se echan en la sartén. Cuando estén doraditos se les da la vuelta para que se doren bien por todos lados.
Una vez dorados por ambos lados, se sacan y se dejan en papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.
En horno:
Poner el horno a calentar mientras vas haciendo las bolitas, aplastándolas un poco, que no sean totalmente redondas. Cubrir la bandeja con papel de horno y distribuir las bolitas.
El tiempo variará según el horno, porque cada horno es un mundo. Yo normalmente lo dejo 10 minutos a 220º, y una vez pasado este tiempo les doy la vuelta y los dejo 10 minutos más. Así se queda doradito por ambos lados. Pero id comprobando por si en vuestro horno se dorasen antes.
Notas:
Si los haces fritos quedarán algo más jugosos, pero en el horno también quedan muy ricos, así que si quieres una versión más saludable, opta por hornearlos. En el caso de hornearlos, te aconsejo que no hornees toda la tanda de golpe, sólo los que vayas a consumir, ya que si haces todos y luego tienes que recalentarlos en otra ocasión, si que se quedan más secos. Haz en el horno sólo los que vayas a consumir en el momento y el resto de bolitas puedes congelarlas, sacarlas cuando las necesites y hacerlas sin necesidad de descongelarlas.
Puedes comerlos como quieras, una idea es servirlo con una ensalada y un poco de veganesa, o en pan de pita con ensalada y la salsa que quieras.
