Problemática trabajo-familia existe

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En la época de la globalización y sobre todo tras varias crisis financieras globales, la competencia para encontrar un contrato de servicios, o cualquier trabajo, se ha vuelto cada vez más dura. Todos los agentes interesados en estos mercados, empleados, empresarios y estados, sienten las posibilidades, condiciones y oportunidades que cambian cada vez más rápido en sus sociedades, así como en su entorno social y económico.

Podemos observar un desempleo masivo y tendencias hacia la reducción de los derechos de los trabajadores (salarios, flexibilidad, mayores tiempos de trabajo, etc), y una falta de recursos financieros para aquellos servicios públicos de los cuales se benefician más las familias. Dentro de estos cambios, podemos observar definitivamente una relación cada vez más estrecha entre el trabajo y la vida familiar, factores que cada vez son más difíciles de conciliar. Teniendo en cuenta esta consideración, podemos concluir que los problemas existen y que afectan mucho a los lugares de trabajo de las familias (trabajadores y empresarios).

Dejar los problemas personales en la puerta del trabajo se dice fácil, pero hacerlo resulta sumamente complicado, sobre todo porque éstos inciden directamente en el ánimo de los trabajadores.

Estos conflictos afectan negativamente tu rendimiento y la manera en como te relacionas en el trabajo, amén de la baja productividad laboral.

“El ausentismo, pobre rendimiento, llegadas tarde y la poca paciencia con el coordinador, jefe o compañeros de trabajo son algunas de las formas en que los problemas personales pueden afectar el trabajo de una persona”, dice la asesora especializada en Inserción laboral y Desarrollo.

Además los errores en el trabajo, mala relación con los compañeros y la baja productividad son otras afecciones derivadas por este fenómeno, señala la especialista.

Pero como es casi imposible separar la vida laboral de la personal, a continuación se describen algunos tips que se han desarrollado:

Si crees que este problema afecta realmente tu trabajo, coméntalo a tu jefe o coordinador así te sentirás más aliviado al explicar las razones por las que estás distraído y menos eficiente. Pero sé prudente: “Tu jefe debe saber el problema, no enterarse de todos los detalles”, dice Carlos Pedroza, psicólogo especializado en temas laborales. “Si los problemas no interfieren en tu vida laboral, es mejor no decir nada”, asegura. Aunque informárselo a tu jefe te da un parámetro, no te excusará si olvidas fechas clave o metas establecidas, así que lo mejor será que procures poner tus cinco sentidos en los compromisos de trabajo. Recuerda que estos conflictos contribuyen a incrementar tu nivel de estrés y tarde o temprano necesitarás pedir ayuda. “Nadie es tan fuerte como para llevar una carga emocional tan pesada solo, lo mejor es pedir ayuda profesional”, dice Pedroza.

Decide si lo vas a comentar a tus colegas o a tu superior, ya que el que tus compañeros sepan tus problemas puede hacerte sentir un poco incómodo.

Si crees que te será difícil mantenerte tranquilo en el trabajo, considera tomarte uno o dos días libres, a la larga será lo más saludable. Considera también si es necesario, retirarte o llegar más tarde por un par de días. Si te lo conceden, compénsalo después. Piensa que las ocho horas de trabajo te mantendrán fuera del problema, muchas veces estar centrado en otra cosa por un periodo de tiempo ayuda. Encuentra un balance: puede ser que estés muy estresado porque tu vida no está equilibrada: tal vez le dedicas mucho tiempo a tu trabajo o a tus problemas familiares. Lo mejor en este caso es delegar, compartir y pedir ayuda.

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