En la antigüedad, cuando las grandes hambrunas, el tener una figura rolliza y grandes acúmulos de grasa significaba estatus social, pues era sinónimo de riqueza y de una vida placentera, hoy en día el sobrepeso está muy mal visto y la obesidad significa enfermedad; está comprobado que un cúmulo de grasa corporal va en detrimento de nuestra salud al afectar los sistemas que conforman nuestro organismo; es por eso que debemos de tener el peso adecuado a nuestra morfología y edad.
El perder peso se ha convertido en una obsesión que afecta a un gran porcentaje de personas, sin importar su sexo o condición social; esto ha dado lugar a una industria que mueve millones de pesos a la aparición de personas empíricas o charlantes que nos hablan de programas alimentarios o medicamentos milagrosos sin ningún fundamento, que nos ocasionan rebotes o merman nuestra salud e inclusive nos pueden causar la muerte o dejarnos secuelas importantes.
La grasa corporal actúa como reserva y se forma al no consumirla en un desgaste calórico, a mayor ingesta y menos desgaste, los alimentos se trasforman en grasa; para evitarlo es importante tener un equilibrio entre lo que ingerimos y lo que consumimos; muchas veces se está tan obsesionado en la pérdida de peso que las personas se someten a dietas extremas en las que pierden la masa muscular y líquidos que se recuperan rápidamente; hay que tener en cuenta que el músculo es más pesado que la grasa y una pérdida considerable de peso significa la pérdida de tejido muscular ocasionándonos flacidez, es por eso que lo importante es reducir de medidas perdiendo grasa y eso solo se logra con equilibrio en nuestra alimentación y ejercicio.
Todos los alimentos son necesarios, lo único que tenemos que tomar en cuenta es la cantidad que ingerimos de cada uno de ellos y no saltarnos ninguna colocación, así como comer siempre a la misma hora; si hay un desequilibrio en las ingestas por cualquiera de las causas anteriores, nuestro organismo lo acumula como reservas y se convierte en grasa modificando nuestra figura.
El desequilibrio hormonal también favorece la acumulación de grasa por eso durante la menopausia, la andropausia y los embarazos se aumentan los cúmulos grasos modificando nuestro cuerpo, para reducir de medidas es importante mantener un equilibrio entre la ingesta y la metabolización de los alimentos; consumimos calorías cuando llevamos a cabo una actividad física y utilizamos los DERMOCOSMETICOS adecuados con las técnicas de masoterapia y aparatología indicadas.