Tu hipoteca puede contener cláusulas abusivas.
La enorme cantidad de préstamos hipotecarios concedidos en los últimos años ha dado lugar al otorgamiento de innumerables escrituras cuyo control, al menos en cuanto al contenido, no ha sido lo debidamente correcto desde el punto de vista de la protección del consumidor.
Cada día escuchamos en las noticias o leemos en la prensa asuntos relacionados con las temidas “cláusulas abusivas”. Sin embargo, aún no son fácilmente identificables. A continuación, te damos algunas pistas para que puedas reconocer algunas de ellas.
En primer lugar, debes saber que las cláusulas de un contrato hipotecario tienen que estar redactadas de acuerdo a un criterio de “claridad, concreción y sencillez”, es decir, con un lenguaje claro, y sin abusar de tecnicismos, que impidan comprender, lo que se establece. En caso contrario, podemos estar hablando de que éstas, son “cláusulas abusivas”.
Por otro lado, es importante tener en cuenta, que antes o simultáneamente, de acudir al Notario para la formalización del contrato (para la firma), el Banco tiene que dar la posibilidad efectiva al consumidor de conocer el contenido del mismo. Esta comunicación, se tiene que realizar por escrito, mediante la cual la entidad bancaria pone a disposición del cliente, un documento por el que éste declara que conoce y acepta las condiciones generales del préstamo. De no ser así, entendemos que la hipoteca contiene cláusulas no negociadas, y tal y como expone la normativa vigente pueden considerarse, también, “cláusulas abusivas”.
Es asombrosa la cantidad de contratos de préstamo hipotecario que contienen “cláusulas abusivas”. En este post, sólo, hemos expuesto dos de ellas, pero pueden ser muchas más, como por ejemplo las famosas cláusulas suelo, etc.
