Cómo tratar las varices de las piernas

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Las varices son, sin duda alguna, las enemigas número uno de nuestras piernas. Su aspecto desluce de tal forma que muchas personas eligen ocultarlas y no son pocas las que presentan graves síntomas asociados a esta patología. ¿Por qué aparecen? Y más importante aún, ¿Qué hacer para eliminarlas? Aquí te lo mostramos.

¿Por qué tengo “arañitas” en mis piernas?

Médicamente, se denominan telangiectasias, y son pequeñas ramificaciones vasculares que pueden ser observadas a simple vista. Habitualmente presentan un color rojizo y no superan los cuatro milímetros de grosor. Sin embargo, estos signos son tan sólo la punta del iceberg, pues las varices pueden tomar lugar en otras áreas de nuestro cuerpo como la zona anal, lo que conocemos como hemorroides, o en el esófago, en cuyo caso se denominan várices esofágicas.

Su origen toma lugar a partir de la insuficiencia de las venas para devolver la sangre hacia el corazón. En las paredes venosas existen pequeñas válvulas que contrarrestan el efecto de la gravedad y permiten que el flujo sanguíneo retorne al corazón para oxigenarse e irrigar nuevamente el organismo. Ante una falla de estas válvulas, la sangre se estanca, dilatando las venas y finalmente, propiciando la aparición de las varices.

Por supuesto, en las piernas, al estar tan alejadas del corazón, es donde más se evidencian las varices, que además de ser molestas estéticamente, también pueden acarrear dolores, lesiones vasculares y síntomas de cansancio general. En cuanto a sus causas, podemos decir que la predisposición genética es un factor de riesgo importante, al igual que los trastornos hormonales, los embarazos y el sedentarismo.

Fases o etapas de las várices

De acuerdo a la sintomatología del paciente, las varices pueden clasificarse en cuatro etapas o fases principales:

Fase 1: Las varices o telangiectasias se muestran visiblemente en las extremidades, pero no acarrean síntomas mayores.

Fase 2: Aparecen las primeras sensaciones de cansancio o pesadez en las piernas. Ocasionalmente, también se experimentarán dolores, edemas y hormigueos. Si el individuo presenta un estilo de vida sedentario o permanece de pie por un tiempo prolongado estos síntomas se acrecentarán, especialmente en el horario de la noche.

Fase 3: El dolor aumenta considerablemente. La zona afectada se irritará, produciendo prurito intenso a la vez que la piel presenta cambios evidentes en su coloración.

Fase 4: Esta fase se caracteriza por la presencia de úlceras cutáneas y el riesgo de contraer una infección. La sangre estancada favorece la aparición de trombos que pueden viajar por el torrente sanguíneo y alojarse en los pulmones,causando una embolia pulmonar.

¿Qué hacer para prevenirlas?

En el plano preventivo, es importante poner en práctica ciertas recomendaciones para eliminar o mantener a raya la aparición de varices en nuestro organismo, especialmente si se posee una predisposición genética a padecerlas.

El aspecto más importante en este sentido reside en llevar a cabo un estilo de vida saludable. Debemos evitar algunos hábitos nocivos como el tabaquismo o el alcoholismo, mientras que la práctica de ejercicios permitirá fortalecer nuestro sistema circulatorio, si bien debemos evitar algunos deportes de gran impacto como el baloncesto. El ciclismo, la natación o el senderismo son las actividades físicas más recomendadas.

De igual manera, conviene evitar las prendas de ropa demasiado ajustadas, puesto que dificultan el retorno venoso de la sangre.Utiliza un calzado holgado, y si usas tacones, opta por aquellos que no sean ni demasiado altos ni demasiado bajos.

En otro orden, puedes intentar realizar duchas de agua caliente y combinarlas con chorros de agua fría. Este contraste de temperatura es muy beneficioso para evitar la dilatación de las venas. También puedes elevar tus piernas durante el sueño o utilizar un reposapiés para el trabajo de oficina.

Finalmente, no descuides tu alimentación. Los productos ricos en fibra son una opción ideal para evitar el estreñimiento, mientras que los vegetales y las frutas mantendrán tu cuerpo óptimo y en buena salud.

Tratamiento para varices

El primer paso en la cura de las varices parte de una consulta previa con el médico, en aras de obtener el diagnóstico adecuado y el tratamiento más efectivo para cada caso. En la actualidad existen numerosas técnicas para eliminar las varices sin cirugía, algunas engorrosas y otras mucho más novedosas. La elección de una de ellas dependerá del grado o fase en que se encuentren las varices.

Láser: Se considera uno los tratamientos más efectivos. Indoloro y de pocas complicaciones, el láser permite eliminar todas las varices en pocas sesiones, e incluso es capaz de desaparecer las manchas cutáneas.

Microespuma: De reciente aplicación, esta técnica permite tratar las várices a través de una solución de líquido esclerosante con microespuma. De esta manera, el líquido desplaza la sangre y causa necrosis del tramo venoso afectado. Por lo general, la microespuma se efectúa de manera ambulatoria y no requiere de anestesia, por lo que es uno de los métodos más utilizados en la actualidad.

Tratamientos invasivos: Se reservan para las fases más avanzadas de la enfermedad. A diferencia del láser o la microespuma, se trata de una técnica más invasiva, puesto que consiste en la extirpación total de la vena afectada junto al resto de los vasos o varículas adyacentes. Evidentemente, es un procedimiento que requiere de internación y tratamiento postoperatorio.

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